En la ciudad de Pitalito la economía está paralizada. No hay plata para trabajar porque se fue para los negocios que dicen tener la fórmula mágica para multiplicar el dinero. Allí las ventas han disminuido 60 por ciento, excepto en los expendios de licor, que han repuntado. Ya nadie fía, y el que tiene el dinero prefiere meterlo a las pirámides antes que emprender cualquier negocio.
Ya van siete pirámides que llegaron y se volaron con el dinero del pueblo. "No se alcanzaron a llevar mucha plata porque apenas duraron tres días". La Fiscalía apenas tiene medio centenar de demandas (que incluyen estafa, amenazas, extorsiones, abuso de confianza y hurto), a pesar de que los tumbados son más de 300.
En el centro de Bogotá son decenas de pequeños comerciantes los que han perdido.
El municipio más golpeado fue Sogamoso, donde 8.000 incautos perdieron. En Tunja por lo menos 17.000. El día en el que se originó el escándalo la policía tuvo que intervenir para sacar a 27 empleados de las oficinas para que la turba de estafados no los lincharan. Un empleado fue asesinado por esos días.
En el departamento de Cundinamarca, donde hay pirámides en al menos 60 municipios, los tumbados también son miles. Contra una sola de ellas, JR, hay 3.000 denuncias. Seis personas allegadas a representantes de pirámides han sido asesinadas en 5 departamentos. El Meta, según el secretario de Hacienda, vivió por las pirámides una recesión económica, de la que apenas se está levantando. En la ciudad de Popayán las pirámides debieron alquilar estadios para entregar los turnos de atención para depósito y cobro. Los tumbados fueron unos 1.200.
La gente no denuncia porque la mayoría de los que perdieron plata tiene dinero en otras pirámides que están abiertas, y temen que si hacen mucho escándalo las cierren también y pierdan todo. La Policía asegura que el número de denuncias no es mayor porque a muchos les dio vergüenza denunciar la estafa o porque los dineros “invertidos” tampoco eran de buena procedencia.
Ahora en Salta... Grupo Villa PIREN
Emulando la estafa de Coastal Vacations
Hace tiempo que circula un mail que advierte sobre los timos de esta “empresa”. Curiosamente, está firmado por una ex-alumna de un reconocido colegio religioso de la ciudad. Nos cuenta que en Paseo Güemes 101, este grupo congrega a gente con la promesa de obtener alojamientos turísticos a precios inigualables. Piden la tarjeta de crédito “para comprobar datos” o para aprobarles una financiación, y por detrás hacen el débito. Por las dudas, también hacen firmar pagarés a sus “afortunados clientes”.
Pero eso no es todo, al parecer encierran a la gente en esta casa (se dice que hasta por 4 horas) a fin de convencerlos. Y para que nadie se vaya sin su paquete, ponen unos cuantos patovicas que con seguridad le ofrecen amablemente que vuelva a su lugar. Se dice incluso que llegan a ofrecer bebidas que esconden tranquilizantes o drogas similares.
Afortunadamente, los muchachos que operaban en Salta fueron detenidos a principios de mes. Habrá que preguntarse ahora cuánto tiempo continuarán privados de su libertad, o si saldrán pronto por la puerta trasera, como todos.
DMG: Escándalo narcopolítico
DMG es una pirámide colombiana muy particular. Comenzó captando dinero masivamente, con la promesa de multiplicarlo mediante operaciones en FOREX (mercado en el que se compran y venden monedas de distintos países). Siguió su operatoria otorgando tarjetas de débito a sus clientes, que les permitían realizar compras en comercios de la propia compañía. El monto no usado generaría intereses cercanos al 16% mensual. Aparte, se pagaban comisiones por los nuevos clientes que cada uno trajera a la “familia”. Hoy, su fundador David Murcia Guzmán (28) está preso, bajo las acusaciones de estafa y lavado de dinero (proveniente del narcotráfico y las FARC). La fiscalía lo investiga por sobornos a congresistas, y se especula que habrían comprado a periodistas y medios de comunicación, entre ellos CNN. Hoy, un socio de DMG asegura que la empresa tiene un patrimonio de U$S 10.000 millones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario