martes, 14 de abril de 2009

El nuevo Robin Hood


“Según la leyenda, Robin Hood era un varón de gran corazón que vivía fuera de la ley y escondido en el bosque. Hábil arquero, defensor de los pobres y oprimidos, luchaba contra el sheriff de Nottingham y el príncipe Juan Sin Tierra, que utilizaban la fuerza pública para acaparar ilegítimamente las riquezas de los nobles que se le oponían. Roba a los enriquecidos ilegítimamente y distribuye el botín entre los pobres y las víctimas.” (Wikipedia)

Bien, a este Robin Hood ya lo conocemos todos, pero hoy les quiero presentar a su nueva versión. Los tiempos cambian, y hoy para robar grandes sumas de dinero no alcanza con dominar el arco, sino que necesitamos ciertos conocimientos de finanzas.

El año pasado, en pleno estallido de la burbuja inmobiliaria en EEUU y España, un catalán salió a pegarle al sistema financiero de una forma muy audaz, con el objetivo de desestabilizar el capitalismo para buscar formas más justas. Usted puede estar de acuerdo o no, pero lo que hizo este hombre me pareció genial, suponiendo que de verdad esas fueran sus intenciones. Creo que incluso el propio capitalismo puede aprender mucho de semejante burla. Leamos:

“Escribo en estas páginas para hacer público que he expropiado 492.000 euros a 39 entidades bancarias a través de 68 operaciones de crédito. Ha sido una acción individual de insubmisión a la banca que he llevado a cabo premeditadamente para denunciar al sistema bancario y para destinar el dinero a iniciativas que alerten de la crisis sistémica que estamos empezando a vivir y que intenten construir una alternativa de sociedad.

Se trata de una acción ajena a cualquier tipo de violencia, que reivindico como una nueva forma de desobediencia civil, a la altura de los tiempos que corren. Cuando la financiación al consumo y la especulación son dominantes en nuestra sociedad, ¿qué mejor que robar a los que nos roban y repartir el dinero entre los grupos que denuncian esta situación y construyen alternativas?

¿Cómo he podido conseguir tanto dinero sin propiedades ni avales? Tras algunas investigaciones y pruebas, en la primavera del 2006, empecé a llevar adelante de manera definitiva esta idea haciendo creer, según el caso, a los diversos bancos, cajas y establecimientos financieros de crédito que me quería reformar el piso o comprar un coche. En algunos casos, también a través de una empresa creada con el propósito de poder justificar determinadas inversiones como la compra de material audiovisual para una productora. La ventaja de pedir un préstamo desde una empresa es que la deuda como empresa, aunque sea una empresa unipersonal, no aparece en tu historial de deuda personal, de modo que puedes ir aumentando tu endeudamiento indefinidamente sin que el CIRBE (sistema de información sobre deudas del Banco de España) lo detecte. Existen otras maneras de engañar al CIRBE que explicaré a quien quiera realizar una acción con una finalidad similar a la de la mía.

Estos préstamos eran solicitados sin ninguna garantía ni de otra persona ni de ninguna propiedad, simplemente con mi firma. Con una profesión inventada y una buena nómina falsa que hacía creer que ganaba de sobras para acceder a la financiación. El quid de la cuestión es que los bancos no tienen manera alguna de comprobar si una nómina que les presentes es real o no, siempre y cuando la empresa y la persona existan realmente.

También había que presentar los extractos bancarios adecuados, que conseguía haciendo circular el dinero de cuentas de empresa a cuentas personales a través de transferencias de nóminas para simular ingresos personales, que los bancos se creían. En algunos casos me pedían el contrato de trabajo, la declaración de la renta o la vida laboral. A mis empresas les pedían las declaraciones del IVA trimestral y, cuando ya tenían más de un año, el impuesto de sociedades. A todo esto se puede responder adecuadamente, y a veces con información real. Si no, con una impresora, fotocopiadora, tijeras y celo, ¡se hacen maravillas!

En algunos casos, tuve que comprar el coche para el que había solicitado el préstamo, y después me lo tuve que vender todo antes de dejar de pagar para que no me lo pudiesen embargar y así tener más fondos para financiar las luchas.
Sorprenderá que haya conseguido esto, 492.000 euros sin avales ni garantías, en un contexto de contracción del crédito. Es una demostración de cómo la banca promueve el endeudamiento de las familias por encima de cualquier control y de cualquier medida de prevención de riesgos y de sentido común.”

2 comentarios:

Yoyano dijo...

El Nuevo Robin Hood, no podría sobrevivir en la Argentina.

Aquí si tienes una empresa unipersonal, la garantía siempre sos vos.

En realidad el problema no es tan grave, porque los bancos por ninguna razón te prestarían dinero.

Y por último, si pasas dinero de una cuenta a otra y volvés, en cada pasada, la AFIP te saca el 1,2%, y el gobierno de la Provincia de Buenos Aires te retiene el 3,5%.

En poco tiempo no tenés nada.

Aquí el papel de Robin Hood lo cumplen la AFIP y ARBA.

Pero no roban para los pobres, a juzgar por como aumentó la pobreza.

Saludos

Redacción Ciudad.WIKI dijo...

Cuánta razón tiene, estimado Yoyano. De hecho, esta es una historia que creo que se dio en algún lugar de España, si es que es verídica. Aquí no sería replicable, pero, quien tenga los mismos objetivos que este Robin Hood, y posea los conocimientos necesarios, de seguro encontrará la vuelta para salirse con la suya. Pero, en fin, sólo se trata de una historia.

Un honor tenerlo por aquí.